En este momento es en el que más te quiero...
En este momento te daría un beso...
En el pico de nuestra discusión, en momento más tenso, cuando más rabia siento hacia ti...
Un escalofrio recorre mi espalda, toda mi columna vertebral, impulsos irrefrenables, ¿Ira contenida? No, pasión, una pasión tan pura y verdadera como la que pocas veces más has sentido...
Dios! Matame! Muere! Quemame! Arde! Besame... Por favor... Hazlo, no lo pienses, besame.
El magnetismo es inevitable, cada vez estamos más cerca, más y más, y solo pienso besame, besame!
Acaricias mi mejilla, sujetas levemente mi mandibula y me haces mirar hacia ti, acercas tus labios poco a poco, te lo piensas mucho, pero acabas por hacerlo, y mi cuerpo se llena de vida, y mis labios recuperan su energía, y mi corazon vuelve a latir, y mi cerebro vuelve a tener ganas de vivir, mis pulmones toman oxígeno y por mis venas vuelve a fluir la sangre, ¿como explicarlo?
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