otoño

Las hojas mueren, lentamente, al igual que mi amor por ti, poco a poco va desapareciendo aquella locura que un día sentí, las flores marchitas y desechas se van con el viento, sigue pasando el tiempo, siguen desvaneciéndose los recuerdos, secándose mis lagrimas, y la gente ya no se empeña en luchar contra el frió y empieza a  abrigarse, y los arboles ya no se empeñan en luchar contra la sequedad de las hojas, y yo ya no me empeño en luchar contra el reloj, ya no me empeño en recordar aquella noche maldita, ni aquella mirada fugaz.

Nada será igual cuando pase el frió, podre continuar mi vida, ser feliz.

Solo queda esperar.

verano

Luz, calor, días largos y llenos de risa, salir por ahí, trasnochar, comer gominolas, ir al centro comercial con los amigos o quizás a la playa, sin instituto, sin preocupaciones, liberados, cogiendo autobuses de un lado a otro, caminando largas distancias, haciendo planes que siempre se tuercen.
Es verano, es nuestro momento.

primavera

Todo se llena de color, flores que florecen, parejas que pasean, pájaros que cantan, y yo, solitaria, frente al mar, viendo las flores moverse con la brisa marina, echando de menos todo aquello que me hacia sentir viva, echándote de menos, tus bromas, tus palabras, tus caricias.
Y la gente pasa tan feliz, nadie me ve, invisible como el viento que alborota las crestas de las olas, derramándome lagrima a lagrima sobre este banco frió, gota a gota, creando en mi pecho una piedra de hielo, un corazón congelado.
Maldita primavera, llena de amor y colores, llena de verde y amores, luces y amistades, secretos y verdades.

Maldito despertar

Todo te da vueltas, no sabes que hacer, ¿donde estas? ¿y tu familia? la sala es rara, la gente pasa por delante de la puerta sin mirarte si quiera, pasan de largo, no te puedes mover, estas postrada en una cama, hay una maquina a tu lado, llena de luces de colores, se ve todo borroso, lo ves todo borroso, te pones a recordar, te cuesta al principio pero pronto averiguas donde estas, en un hospital.